Pensamiento Crítico y Etico

Propiciando pensamiento crítico y ético en el aula
Experiencias en el salón de clases


En la actualidad, el mundo esta inmerso en el mar de la información: existe una gran diversidad de documentos, muchos de ellos con puntos de vista diversos o contrapuestos que confunden o propician que cada quien entienda de acuerdo a su propia conveniencia dejándose llevar por lo que la moda social requiere o dicta.

El ser humano se comunica, expresa su sentir, sus ideas, su pensamiento, sus conocimientos, lo aprendido. Por lo que una forma de manifestarse del ser humano es a través de la expresión: verbal o escrita; esta declaratoria o forma de externar, de emitir opiniones, comentarios o describir hechos. En la vida diaria es común que se realicen estas expresiones sin argumentos.

Pensar críticamente es realizar el proceso a través de aplicar destrezas de inferencia, explicación, evaluación, análisis, interpretación e incluso autorregulación de lo que piensa. El pensamiento crítico busca que las personas sean capaces de pensar por sí mismos, no basados en lo que otros dicen o piensan, ya sean padres, maestros, amigos, actores, líderes… es la capacidad para preguntar, reflexionar, discernir, capacidad de seguir aprendiendo, aprender a aprender.

Es en este punto es que el maestro debe apoyar a los jóvenes estudiantes en el proceso de la construcción de conocimientos, basando éste, en criterios de evaluación. El conocimiento debe reconocerse por estar sustentado en bases sólidas, con argumentos que le respalden.

El aula, el temario, la comunicación del día a día, son momentos de oportunidad para invitar al alumno a que la reflexión, el análisis y la evaluación de lo que escucha o dice, sean un hábito, un compromiso. Las personas no son responsables de lo que escuchan, pero si de elegir directrices para evaluar y decidir si son correctos o no, si deben o no tomarse en cuenta, si formarán parte de sí.

Cada tema tocado en clase puede ser informativo o formativo… cada uno decide!z<