miércoles, 12 de noviembre de 2008

Encuentro de culturas

La semana antepasada, se nos informó a los maestros que impartíamos alguna de las materias relacionadas de alguna manera con el campo de la ética, que debíamos convocar a nuestros alumnos para asistir al Encuentro Laicismo y Fé.
Como profesora debo confesar que es una de esas tareas difíciles que nunca estoy segura de cómo hacer. Podría pensarse ¿cuál es el problema? simplemente se informa y ya. Sin embargo, ¿Cómo convencer a mis jóvenes alumnos de la utilidad de asistir a un encuentro que versa sobre "Laicismo y Fé"? Cuando los medios los bombardean con cosas intrascendentes y futiles que les impiden concentrarse en temas que les demandan un poco más de disciplina, un poco más de atención y cuidado. Cómo convencerlos cuando en nuestra cultura, al menos la que promueven los medios de comunicación, el tener es más importante que el ser. Cómo lograr que estudiantes que son formados fundamentalmente para hacer o lograr que las cosas se hagan y los objetivos se logren, vayan y escuchen, temas que no van en consonancia con la orientación profesional de su carrera.
Me queda clara la dificultad, muchas veces en clase (Responsabilidad Social), se comportan como si la profesora les estuviera contando un cuento de hadas y al resolver los casos como si dar cualquier tipo de opinión fuera suficiente. En ocasiones no reconocen, la rigurosidad de pensamiento que implica identificar los problemas, antes de saltar a cualquier tipo de conclusión.
El desafío que les plantee, fue asistir y comentarme tres conferencias, no les pedí que relataran lo escucharon, sino que me dijeran qué les dejó aquello que escucharon, qué fue lo que aprendieron y no sabían, que fue aquello con lo que estaban de acuerdo, qué les llamaba la atención, con qué estaban en desacuerdo...
Después de invitarlos a asistir, considero que lo justo es que yo misma comparta, con aquellos de mis alumnos que deseen leerme, lo que yo aprendí.
A pesar de dar clase de una materia relacionada con la ética, debo confesar que nunca me detuve a meditar acerca del laicismo, la laicidad, ni la secularización. De hecho ni siquiera sabía que el término laico proviene del vocablo griego laos y que significa pueblo ni que laicidad significara perteneciente al pueblo. Al igual que tantas otras personas creía que laicismo significaba la separación entre el gobierno y la iglesia. Un principio fundamental consagrado en nuestra constitución. Tampoco sabía que había tenido que acuñarse un término especial "laicidad" para evitar las connotación negativa que laicismo tiene.
Nunca se me había ocurrido detenerme a pensar que la forma en que se han relacionado la iglesia y el estado en México hubiera tenido tantos matices. Al escuchar el relato de esa historia queda claro, que es imperativo que los mexicanos asumamos nuestra historia, tal cual es, sin juzgarla. Que ciertamente, la forma en que se nos enseña historia, ubica a ciertos personajes en el pedestal de la santidad y a otros los condena al fuego eterno del infierno, lo que nos impide ser incluyentes y dar cabida a todos sin excepción, lo que constituye una actitud esquizofrénica de todo o nada, que no da cabida a todos los matices que existen en la realidad. Me gustaron las palabras de Don Manuel Díaz Cid, con las que se concluyó el trabajo del primer día: "(los mexicanos) Necesitamos construir un puente hacia el futuro, un puente en el que quepan todos los mexicanos, aquellos que piensan como yo y aquellos que piensan de manera totalmente opuesta a la mía."
Es mi convicción, que no sólo los mexicanos, sino todos los humanos necesitamos construir una sociedad incluyente, que brinde oportunidades para todos. Estoy de acuerdo con Mohammed Yunus premio Nobel de la Paz 2006 cuando afirma que en el mundo no habrá paz, mientras no haya justicia. Uno de nuestro principales compromisos con la justicia, debería ser construir un mundo incluyente.
Sin lugar a dudas la conferencia que más me gustó fue la de la Dra. Leticia Soberón Mainero en la que habló sobre la ética en la sociedad de la comunicación digital, en la que describió como pilares de la ética de los medios de comunicación la defensa y salvaguarda de la dignidad de las personas y la protección de los más débiles. Lo que desde mi particular punto de vista no sólo es aplicable a la ética de los medios de comunicación, sino también a la responsabilidad social. Considero que esa es la esencia de la ética, que en eso consiste el aspecto medular de la sentencia: "Trata a los demás como te gustaría que te trataran."
También la alusión que hizo a la inteligencia conectiva y su potencial para generar una cultura nueva, es un área digna de explorarse, y en mi caso como académica, digna de promoverse y explotarse.
Finalmente su afirmación: "Donde hay persona, hay esperanza" que es particularmente alentadora.
De la conferencia sobre responsabilidad de los medios de comunicación, me llamó la atención el hecho de que para Televisa el gasto en noticieros sea considerado pérdida económica y que la única ganancia sea política y ese sea el motivo para sostenerlos. Este también es un punto al que hay que destinarle un poco más de reflexión.

2 comentarios:

Lucy Padilla dijo...

Estimada Linda:
En primer lugar reciban una felicitación afectuosa de mi parte, a todos y cada uno de los miembros de la academia de administración de la UPAEP, por empezar esta labor como "bloggeros". En segundo lugar te quiero decir que fue un deleite leer tus comentarios sobre el congreso "laicismo y fe" al que desafortunadamente no pude asistir, pero que gracias a tu artículo, puedo recuperar los mensajes principales.
Sigue escribiendo así (tienes talento literario!) que estaré pendiente de su Blog y sus artículos.
Un abrazo virtual

Lucy Padilla
UPAEP Online

Linda dijo...

Gracias Lucy, que bueno que te interesó.